jueves, 25 de noviembre de 2010

Signos principales de un joven drogadicto

Señales físicas: fatiga constante, quejas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.
Señales Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, comportamiento irresponsable, poco amor propio, depresión y una falta general de interés.
Señales en la Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas o el dejar de comunicarse con la familia.
Señales en el estudio: calificaciones bajas, ausencias frecuentes y problemas de disciplina.
Problemas Sociales: amigos nuevos a quienes no les interesan las actividades normales de la casa y de la escuela, problemas con la ley y el cambio hacia estilos poco convencionales en el vestir y en la música.
Es importante saber que algunas de estas señales pueden también indicar otros problemas. En todo caso, ante esta situación, los padres deben demostrar preocupación y cercanía con el adolescente dialogando abierta y francamente el uso y abuso de las bebidas alcohólicas y de las drogas.

Las drogas y el alcohol en el adolescente .

En un mundo que se encuentra en crisis, donde los valores se van oscureciendo, donde cada vez más familias se encuentran divididas, donde la ley del gusto y disgusto se ha vuelta una norma de vida; muchos jóvenes ante la experiencia de sin sentido, de frustración, en vez de enfrentar y responder al porqué de lo que su interior percibe, optan por "hacerse los locos" buscando mil maneras para huir de esa realidad que "incomoda".
El mundo de hoy le brinda al adolescente diversas formas para fugar de su interior, de lo que realmente lo compromete. El alcohol y las drogas se está volviendo unas de las maneras más usuales con lo que el adolescente busca "olvidar" la voz de su conciencia.
Todo tipo de uso -ya sea poco o mucho- se debe considerar como peligroso, puesto que no se puede predecir quiénes desarrollarán problemas serios. La clave es saber rechazarlos desde el inicio, pero el "decir no" no es suficiente.
Algunos jóvenes están en "mayor riesgo" que otros de desarrollar problemas relacionados con el alcohol y las drogas. Encabezan la lista aquellos cuyas familias tienen ya un historial de Abuso de Substancias.
Los productos legalmente disponibles incluyen las bebidas alcohólicas (para los mayores de 21), el tabaco (la edad legal varía), algunos medicamentos por receta médica, inhalantes y medicinas de venta libre para la tos, la gripe, el insomnio y para adelgazar. Las drogas ilegales incluyen la marihuana, la cocaína/"crack", LSD, PCP, los derivados del opio, la heroína y las "drogas diseñadas"
Según investigaciones, los jóvenes que comienzan a fumar o bebes desde temprana edad corren un grave riesgo. A estas sustancias se les denomina las "drogas del umbral", puesto gran cantidad de vez termina en la marihuana y de ahí a otras drogas.

Cómo debe apoyar la familia a un alcóholico

Casi todas las realidades, en las manos del hombre, se pueden convertir en fuente de alegría o en fuente de tristeza. El hierro puede servir para forjar arados o espadas. Una piedra puede edificar una casa o destruir el cráneo de un enemigo. Una medicina puede curar o puede ser suministrada como veneno.
Algo parecido ocurre con el vino, la cerveza, el tequila y una larga lista de bebidas alcohólicas que encontramos en el mercado, en los bares y restaurantes de muchos rincones del planeta. Un vaso de cerveza puede ser símbolo de un gesto de amistad, de paz, de armonía, o puede ser el inicio de una borrachera que llena, quizá por unas horas, de un extraño y egoísta placer al amigo del alcohol, y de muchas lágrimas y penas a sus familiares: la esposa o el esposo (también hay mujeres que se emborrachan), los hijos o los padres...
En el campo de la bebida, como en tantos otros campos, cada uno puede ser señor o esclavo de sus gustos y pasiones. Delante de una botella de cerveza muchos son capaces de medir la dosis, de calcular las copas, de tomar sólo lo que necesitan y pueden aguantar. Otros, en cambio, dicen que querrían no tomar demasiado, que no querrían "pasarse en las copas". Y, misteriosamente, tristemente, parece que la cerveza se hace dueña y señora de la situación, y la mano llena dos, tres, cuatro vasos, mientras la mente se libera y poco a poco las palabras salen más confusas y los gestos son más torpes, si es que no se llega a la violencia triste que experimentan no pocos esclavos de don Vino...
Desde luego, hay casos de alcoholismo que requieren un profundo y serio tratamiento médico. Sólo con la ayuda del "técnico" se puede iniciar un camino que pueda librar de la esclavitud del vino e introducir al enfermo en la vida de los normales. En estas situaciones, sin embargo, menos en los casos de una grave enfermedad mental, se requiere algo de la voluntad del interesado. El médico puede dar pastillas, puede recomendar estrategias, pueden mandar abstinencias. Pero luego queda una parte, mayor o menor, en manos de quien quiere superar la penosa situación en la que vive quien no es capaz de detener la mano cuando ha bañado los labios con las primeras gotas de alcohol. Sin esa ayuda, el tratamiento será largo, costoso y con pocos resultados, y las recaídas muchas veces llevarán a una situación casi igual o peor que la de antes del tratamiento.
Pero hay otros casos que sí se pueden superar con eso que llamamos fuerza de voluntad. La persona ve, conoce, sabe, experimenta y llora lo que implica una borrachera. Quiere salir de ahí. O, quizá, sólo "querría". ¿Cómo dar el paso a una decisión más enérgica, eficaz, duradera? Se necesita la ayuda de algo que importe más que el placer falso y engañoso de un poco de cerveza o tequila. Cuando los ojos de la esposa o del esposo, cansados ya de llorar, se claven en nuestro corazón y nos digan que las cosas no pueden seguir así. Cuando los hijos (pequeños o más avanzados en la vida) nos sostengan en esos momentos en que no somos capaces de poner un pie delante de otro y nos susurren, con una especial ternura: "papá, ya estás, ya pronto te pondrás bien; descansa un poco, que mañana hay que trabajar".
Sí: sólo el amor puede cambiar una situación tan triste y dramática. Sólo el sentirse amados, el sentirse apoyados, el saber que la bajeza y la humillación que implica el quedarse completamente borracho no han sido capaces de romper el cariño de quienes viven a nuestro lado, y que sufren infinitamente por nuestra debilidad, por nuestra cobardía, por la falta de coherencia y el abajamiento que trae consigo toda borrachera. Su dolor y su amor pueden desatar esos resortes del corazón que llevan a decisiones profundas. Desde ellas el alcohol puede dejar de ser un tirano salvaje y despiadado, y ocupar el lugar que le corresponde en la vida de una persona honesta.
Es obligado hacer una última reflexión. El alcohol destruye a quien se une con él desordenadamente. Pero destruye también, como una gota de erosión despiadada y cruel, a los familiares. Quienes viven en esta situación lo saben bien. Por eso también ellos tienen que encender una llama de esperanza para que la ruina del alcoholismo no les arrastre como víctimas inocentes. También ellos tienen que recurrir al amor para que el alcohol no desfigure y anule totalmente a quien vive bajo sus cadenas. Detrás del borracho hay siempre un hombre o una mujer, un padre o una madre, un hijo o una hija. Quizá incluso, precisamente por caer en esa enorme miseria moral, ese hombre vive mucho más necesitado de cariño y de comprensión. Dárselos no es un deber frío ni una obligación. Nadie está obligado a amar. Precisamente por eso el amor siempre será bello, porque no se merece. Y el borracho, que puede sentir la bajeza de su estado, lo sabe mejor que nadie. Por eso amarle es el gesto más grande que podemos tener para con él. Y es la mejor señal de que también nosotros, como los primeros cristianos, "hemos creído en el amor".

Los adolescentes son especialmente vulnerables a las adicciones.

Las regiones del cerebro que gobiernan los impulsos no están totalmente formadas a estas edades
El cerebro de los adolescentes es especialmente vulnerable a las adicciones debido a que las regiones que controlan los impulsos no están totalmente formadas a estas edades, lo que significa que las dependencias al alcohol, tabaco y drogas de los jóvenes son desórdenes relacionados con el desarrollo neuronal. Una nueva visión que obligará a replantear la prevención y tratamiento de las adicciones en la juventud.

Por Vanessa Marsh
Los adolescentes son más vulnerables que los adultos y los ancianos frente a las dependencias al tabaco, el alcohol y otras adicciones debido a que las regiones del cerebro que gobiernan el impulso y la motivación no están totalmente formadas a edades tempranas, según han descubierto científicos de la Universidad de Yale.
Después de realizar una investigación sobre 140 estudios sobre las neurociencias básicas y clínicas, comprobaron que los desórdenes en el comportamiento de los adolescentes relacionados con dependencias o adicciones son en realidad desórdenes del desarrollo neuronal. La investigación, publicada en The American Journal of Psychiatry, determinó que los circuitos cerebrales implicados en el desarrollo de las aficiones sufren profundos cambios durante la adolescencia, lo que incita a las personas de estas edades a tener nuevas experiencias.
Al mismo tiempo, como el sistema neurológico de inhibición está menos maduro a estas edades, los adolescentes se ven impelidos a acciones impulsivas y comportamientos arriesgados, incluyendo la experimentación y abuso de drogas adictivas.
Nueva perspectiva
Este proceso biológico, que convierte en especialmente vulnerables a las adicciones a los adolescentes, es independiente de los aspectos socioculturales en los que estas personas desarrollan su vida, lo que introduce una nueva perspectiva para el tratamiento de las adicciones en los jóvenes.
Debido a los cambios que se producen en las regiones cerebrales relacionadas con la motivación durante la adolescencia, el impacto de las drogas sobre estas personas son mayores que en otras edades y ejercen una influencia más prolongada en el tiempo.  
Lo que se desprende de esta investigación es que las adicciones juveniles deben ser contempladas como desórdenes del desarrollo psicológico y que por ello la atención de los terapeutas debe concentrarse especialmente en este período de la vida de las personas para el tratamiento y prevención de las dependencias.
Asimismo, sugiere una revisión de algunos tratamientos que en ocasiones se aplican en la infancia y la adolescencia, ya que al incluir psicotrópicos producen en las personas de estas edades efectos que se manifiestan como adicciones cuando estos adolescentes se hacen adultos.
El descubrimiento aconseja nuevas estrategias para la prevención y tratamiento de adicciones en la pubertad y la adolescencia, al mismo tiempo que medidas especiales de protección para los jóvenes frente a la amenaza que representa para estas edades el consumo de drogas como el alcohol, el tabaco y otras más severas.


La adicción en la sociedad actual .

El adicto es una persona que sufre una atracción compulsiva, generalmente por algo malo. ¿ Por qué en la sociedad actual existen tantos adictos? Es verdad que en la sociedad que nos toca vivir hay muchos pero, en la sociedad del siglo pasado, existía un buen número a los que se les daba el nombre de viciosos. El vicio es la costumbre o hábito irresistible de hacer algo malo. Lo opuesto del vicio es la virtud, es decir, el hábito de hacer el bien.
Las adicciones más conocidas son: la drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo, la lujuria, la avaricia, la ira, la violencia y la gula. Son las mismas adicciones aunque algunas no estaban tan difundidas, así por ejemplo decía un tango de aquellos tiempos: "Te acordás hermano que tiempos aquellos,... no se conocían cocó ni morfina".
La realidad de la sociedad del siglo que amanece, se caracteriza por la existencia de muchos adictos. El mal entra en las casas de ricos y pobres, no hay distinción de sexo, no respeta a jóvenes, adultos o niños. Nadie puede tener la seguridad de que un pariente, hijo o hermano no caiga en una adicción.
La falta de una escala de valores es motivo de que una adicción encuentre donde anidar. Esto se agrava cuando el probable adicto carece de vínculos y afectos, especialmente en la familia. Si la familia es como si no existiera, el padre y la madre no se preocupan por su hijo, no hablan con él, no se comportan como padres y él no confía en ellos, no será su confidente. En cambio sí lo será con otros como él.
Algunas adicciones hacen que el adicto concurra a ambientes en donde se va a encontrar con otros adictos con los que va a adquirir otras adicciones, si no las tiene, como el cigarrillo, el alcohol y la droga. La búsqueda de dinero para drogarse los llevará a la prostitución, al robo, y a ser utilizados para distribuir drogas.No es fácil salir de la adicción
No es fácil salir de la adicción cuando el adicto reconoce que ha obrado mal, inútilmente jura y rejura que esa será la última vez.
Cuando quiera salir de esa vida enloquecida le será sumamente difícil y no podrá abandonarla. No comprendió que ha perdido su libertad y es esclavo de sus vicios porque:
"La libertad de hacer lo que se quiere, termina en la esclavitud de hacer lo que no se quiere".
Hay adicciones, por ejemplo, a las drogas, que no pueden ser superadas por el adicto librado a sus propias fuerzas. Él necesitará establecer un vínculo afectivo, que le demuestre confianza y que le de la seguridad de que es posible dar el primer paso para salir de esa adicción.
De ahí la conveniencia de asistir a un grupo de autoayuda, porque allí encontrará que hay otras personas que tratan de recuperarse.

Importancia de la familia
Es de capital importancia que sus familiares comprendan, con cariño y afecto, que puede salir del pantano en que se ha metido.
Es fundamental que tenga una escala de valores trascendente que le de sentido a su vida, le permita comprender el por qué de su pasado y la razón final de su existencia. La fe religiosa le ayudará a buscar el por qué de sí mismo y la razón de su existencia.
Todos los problemas están relacionados entre sí. Las estadísticas sobre delincuencia en todos los países, nos indican que aumentan los delincuentes menores de edad, y es común pensar que los niños y los jóvenes carecen de escala de valores. Por otra parte vemos que el matrimonio tiene menos vigencia y en la mayoría de los chicos, sus padres, casados o no, no viven juntos. Por ese motivo debemos ocuparnos de la escala de valores y apoyar medidas para que el matrimonio sea estable.

Solución de los problemas
La solución de los problemas sociales demanda cambios en las mentes y en las costumbres de sus habitantes.
Ya lo decíamos en un artículo anterior sobre "La delincuencia juvenil" editado en Setiembre de 1996. Ese artículo era la transcripción de un estudio realizado en EE.UU. sobre la delincuencia juvenil en ese país, editado en el entonces Semanario "Mundo Argentino" del 6.11.1957.
Finalizaba el estudio diciendo:
"...Encarar este problema con sinceridad y sin soberbia, sin sectarismos, ni prejuicios, admitiendo la responsabilidad que le cabe a cada uno, es el deber de quienes tienen en sus manos las posibilidades del mañana, porque este combate es la batalla por la juventud por el futuro de la humanidad".

¿Qué lleva a las personas a consumir drogas?

Existen muchas causas y muchos factores. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el fenómeno de la drogadicción no es exclusivo de un grupo o estrato social, económico o cultural determinado. El consumo de drogas afecta a toda la sociedad en su conjunto.
En general, el uso de drogas corresponde a un afán de huir de la realidad. Las drogas proporcionan una vía de escape, un alivio temporal a los problemas personales, familiares o sociales. También son una puerta de salida frente al vacío existencial presente en el interior de la persona, el cual la lleva a volcarse en búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío.
Algunos factores que favorecen el fenómeno de la drogadicción pueden ser clasificados del modo siguiente:
- Factores de tipo social: En la actualidad, existe una amplia disponibilidad de drogas, legales e ilegales, lo que hace mucho más fácil el acceso y el consumo de las mismas. Tranquilizantes, somníferos, hipnóticos, etc., se pueden conseguir en las farmacias sin receta médica. Asimismo el amplio tráfico y distribución de drogas ilegales hace que sea fácil obtenerlas. Algunas drogas, como el éxtasis, están "de moda", y prácticamente se puede obtener en cualquier discoteca. Niños y jóvenes que viven en las calles pueden obtener pegamentos, tales como el Terokal, para inhalar.
También existe mucha desinformación en el tema de las drogas. Algunos sectores proponen la despenalización e incluso la legalización del uso de drogas tales como la marihuana y la cocaína, argumentando que no son peligrosas, al menos no más que el tabaco o el alcohol, que son legales; o que al legalizar la droga el tráfico ilícito y las mafias cesarán de existir. Los medios de comunicación y sistemas educativos favorecen también el consumo de drogas al promover valores distorsionados (el placer y la satisfacción como meta última de la vida, el consumismo, el sentirse bien a cualquier precio, el vivir el momento, etc.)
El ansia del joven de pertenecer a un grupo, de sentirse parte de un círculo social determinado, y las presiones por parte de los "amigos", pueden hacer también que el joven se vea iniciado en el consumo de drogas. El consumo puede ser el requisito para la pertenencia a dicho grupo, y una vez dentro se facilita la adquisición y el consumo de sustancias tóxicas.
- Factores de tipo familiar: Los hijos de padres fumadores, bebedores o toxicodependientes son más proclives a tomar drogas que los hijos de padres que no lo son. Un ambiente familiar demasiado permisivo, donde no exista disciplina o control sobre los hijos; o demasiado rígido, donde los hijos se encuentren sometidos a un régimen demasiado autoritario o se encuentren sobreprotegidos, puede también fomentar el consumo de drogas. La desatención de los hijos por parte de los padres, las familias divididas o destruidas, las continuas peleas de los cónyuges frente a los hijos, la falta de comunicación entre hijos y padres, todos éstos son factores que contribuyen a crear un clima de riesgo, donde la droga puede convertirse fácilmente en una válvula de escape.
Se ha comprobado que el uso de drogas por parte de los jóvenes es menos frecuente cuando las relaciones familiares son satisfactorias.
- Factores de tipo individual: Muchos factores personales pueden influir en la decisión de consumir drogas. Éstas pueden ser vistas como una vía de escape a los problemas cotidianos; algunas personas las usan como medio para compensar frustración, soledad, baja autoestima o problemas afectivos. En efecto, bajo el efecto de las drogas la persona experimenta un estado de euforia que le hace olvidar los problemas o las limitaciones que tenga. Lo malo es que es una ilusión, y luego de ese estado de euforia viene una frustración incluso mayor que la inicial, lo que lleva a la persona a recurrir nuevamente a la droga.
Otros se inician en la droga por curiosidad, o para experimentar sensaciones nuevas ante una cierta apatía, hastío, aburrimiento o incluso sinsentido de la vida. Ante el vacío que experimentan, la droga se presenta como una posibilidad aparentemente atractiva, de llenar ese vacío.

¿Cuáles son las consecuencias del abuso de drogas?

Entre las consecuencias del abuso de drogas podemos señalar:
- Trastornos fisiológicos y psicológicos: entre los trastornos fisiológicos tenemos el síndrome de abstinencia, convulsiones, cambios en el ritmo cardiaco, deterioro del sistema nervioso central, etc. Entre los trastornos psicológicos tenemos: alucinaciones, tendencias paranoicas, depresión, neurosis, etc.
- Deterioro y debilitamiento de la voluntad: el drogadicto se vuelve literalmente un esclavo de la droga, pudiendo hacer lo que sea para conseguirla.
- Deterioro de las relaciones personales: el drogadicto ya no es capaz de mantener relaciones estables, ya sea con familiares o amigos. Muchas veces roba o engaña para poder conseguir droga, lo cual deteriora aún más sus relaciones.
- Baja del rendimiento en el trabajo o en el estudio. Se llega al grado de abandonar metas y planes, recurriendo a la droga como única "solución".
- Consecuencias sociales: el drogadicto puede verse involucrado en agresiones o conflictos. Bajo la influencia de la droga se pueden llegar a cometer crímenes tales como robos o asesinatos.
- Consecuencias económicas: El uso de drogas puede llegar a ser muy caro, llevando al drogadicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo.
Las drogas no solamente tienen consecuencias negativas para quienes las usan. También se ven afectadas las personas que rodean al drogadicto, especialmente las de su entorno más cercano, como familiares y amigos. No es sólo la vida del drogadicto la que está en juego.

¿Cómo prevenir la drogadicción?

No se trata simplemente de prohibir la droga, ni de controlar su distribución. Aunque estas cosas son necesarias, el problema de la drogadicción tiene sus raíces en la sociedad misma. Es por ello que es necesario un compromiso de la sociedad en su conjunto. Padres, maestros, medios de comunicación, instituciones, etc., deben comprometerse a construir una sociedad nueva, donde sean promovidos los valores auténticos, especialmente los espirituales. De no hacerlo así, todas las estrategias de prevención serán inútiles, pues el problema de fondo seguirá existiendo.
Para las personas que ya han caído en el abuso de drogas, no bastan los simples tratamientos médicos, dado que existen otros problemas del individuo que están detrás del hecho de su drogadicción. Es necesario, junto con el tratamiento médico de desintoxicación propiamente dicho, un tratamiento de rehabilitación que haga que la persona redescubra su valor y su identidad más profunda. Este tratamiento no será posible sin la participación del individuo, sin su voluntad de cambiar. El apoyo de la familia y una adecuada asistencia espiritual son también fundamentales para la rehabilitación

El mundo de la droga, en "Es Posible" Canal Sur 2

¿Cómo puedo identificar a un drogadicto?

Existen algunos indicios que pueden identificarse como señales de peligro. No siempre indican la presencia de abuso de drogas, pero pueden servir como una guía para detectar dicho abuso. Entre estos indicios tenemos:
- Cambios repentinos en la personalidad y en los hábitos.
- Exceso de mal humor. Irritabilidad. Susceptibilidad.
- Repentina caída en el rendimiento académico o laboral.
- Descuido en el aspecto y aseo personal.
- Desaparición de objetos de valor o dinero en casa.
- Temblores, insomnio, aspecto somnoliento o adormilado, lenguaje incoherente.
- Depresión, apatía, desgano, falta de motivación.
- Incapacidad de cumplir con las responsabilidades.-
- Aislamiento del grupo habitual de amigos
Hábitos antisociales, como mentir, robar o pelear.
- Crisis nerviosas.
- Pérdida del apetito

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Drogas duras y blandas...

La diferencia entre una droga dura y una droga blanda es que aquella causa una adicción y/o una dependencia física y psíquica, mientras que una droga blanda solamente causa una sola adicción y/o dependencia, la cual puede ser a nivel psíquico solo o físico solo.

En su origen esta distinción pretendió servir para distinguir las drogas altamente adictivas que comportan serios daños a la salud (duras), de las poco adictivas, que no presentan un riesgo grave para quien las consume (blandas).
A pesar de ello esta distinción es aún empleada tanto en el discurso oficial como en el habla informal:

La distinción entre drogas duras y blandas es importante en la política de drogas de los Países Bajos, entre otros estados, donde ciertas drogas blandas gozan de la tolerancia oficial, aunque casi siempre están sujetas a restricciones en cuanto a su comercio, producción y consumo.

Drogas legales e ilegales

Consiste en la clasificación de las sustancias en función de las restricciones legales establecidas en cada estado particular respecto al consumo, producción y venta de las diferentes sustancias. Así, en la mayor parte de los países occidentales las drogas se clasifican según la normativa legal, del siguiente modo:
  • Drogas legales: alcohol, tabaco, psicofármacos, estimulantes menores y otras sustancias (heroína, metadona, etc.) bajo prescripción médica.
  • Drogas ilegales: son todas las que no forman parte del apartado anterior y a las que se accede a través del mercado negro (se incluiría aquí, por ejemplo, la metadona obtenida subrepticiamente aunque inicialmente haya sido dispensada a partir de vías legales): Derivados del cannabis, heroína, cocaína, etc.

Ejemplos de algunas sustancias...

Por ejemplo tenemos:

  • Nicotina
  • Crack
  • Cafeína
  • Cocaína
  • Éxtasis
  • Mescalina
  • Griffin
  • Marihuana
  • Popper

Drogas ...

Una droga es toda materia prima de origen biológico que directa o indirectamente sirve para la elaboración de medicamentos, y se llama principio activo a la sustancia responsable de la actividad farmacológica de la droga. La droga puede ser todo vegetal o animal entero, órgano o parte del mismo, o producto obtenido de ellos por diversos métodos que poseen una composición química o sustancias químicas que proporcionan una acción farmacológica útil en terapéutica.